La danza de la realidad: 23 años de espera para nada

22.06.2015 12:40

El arte solía ser algo digno de amar.

Ahora cualquier cosa literalmente puede ser arte.

Este post es arte.

Anonymous

 

  Hace un par de días atrás se proyectó en Salta “La danza de la realidad”, la película autobiográfica de Alejandro Jodorowsky. El evento comenzó  (como todo evento “cultural” en Salta) una hora después de lo programado, mientras algunas personas esperaban de pie  en el hall de entrada, otras decidían tomarse un vino o una cerveza en la barra para hacer de la espera un momento más agradable. Pero al fin comenzó la película y todas mis  expectativas cayeron en los primeros cinco minutos, no siempre imágenes brutales de una violencia descarnada alcanzan para hacer una digna película autobiográfica.

 

  La premisa narrativa de La danza de la realidad, es la infancia del joven Jodorowsky en Casa Ukrania, una tienda regenteada por sus padres un matrimonio judío en la ciudad chilena de Tocopilla. Un padre comunista recalcitrante y profundamente antirreligioso y la abnegación de una madre amorosa pero débil hacen que el púber protagonista esté en una constante búsqueda de una religiosidad. Y es este el camino que nos invita a recorrer el resto de este film.

 

  Si bien esta película está llena de momentos u escenas en donde la angustia, la amargura, el llanto y el grito contenido están, hay que dejar en claro que no estamos frente a una obra rica, compleja, brillante en su inteligencia y sutileza como la mayoría de los críticos de cine nos quieren hacer creer.

 

  La danza de la realidad, no hace más que repetir los tópicos, los asuntos, las preocupaciones y las obsesiones que desde siempre informan las creaciones de Jodorowsky. Pero lo peor del caso es que lo hace limitándose a probar formulas ya ensayadas y probadas, y no arriesgando en nuevas búsquedas formales y en el límite estéticas. Entonces no queda más que preguntarse: ¿23 años de espera para esto?

 

Alejandro Chiri